viernes, 15 de mayo de 2015

Warszawa będzie sevillista






Como reza la cabecera "Varsovia será sevillista", la bandera de Polonia ya lo es, sólo le falta el escudo, y tal día como hoy, hace 365 días, este Sevilla alzaba su tercera Copa de la UEFA, un Sevilla que se empezó a construir, o quizás mejor dicho, a reconstruir, hace ya dos años y que poco a poco va dando sus frutos, yo, particularmente, me conformo con ganar en Varsovia y repetir la experiencia el año que viene otra vez, tres consecutivas y repóquer, como diría José Mota: "Yo no te digo que me lo superes, iguálamelo, sólo iguálamelo".

Hasta el día de hoy, la prensa deportiva ha sabido vender a nuestros rivales como COCOS a los que tenerles miedo, mucho miedo, que si estaban en los más alto de sus ligas, que el Sevilla lo tenía muy difícil, que si en tal equipo juega fulano o mengano, que si el del capote pues... ¿saben que opino yo? que al que le tengo miedo, miedo de verdad, es al Dnipro, ¿por qué? porque ahora mismo están viviendo, jugadores y aficionados, lo mismo que vivimos nosotros cuando Antonio Puerta le dió con el alma a aquel balón que nos llevó a la gloria.

¿Regalado? No, señores, no nos han regalado nada, ha habido que tomar muchos colacaos para llegar hasta aquí, para elevar las bufandas al cielo en cada partido, para ondear cientos de banderas durante noventa minutos, para ganar en diez años lo que hemos ganado, millones diría yo, con el único apoyo de nuestra afición y mucha, muchísima ilusión. Creo que el único que llegó a reconocer el esfuerzo, el sacrificio y el tesón de nuestros jugadores fue el inolvidable Andrés Montes, que sentía esa fuerza que transmitía el sevillismo y el Sevilla FC, el equipo del Tiki-Taka. Esta va por ti Andrés y por todos los del tercer anillo.

Varsovia bien merece el último esfuerzo, el último aliento, hasta que suene el pitido final y el marcador refleje un gol más que nuestro rival. Humildes hasta la victoria. Sevillista do smirti.



Me viene a la mente, una canción del grupo Quilapayún y a la que podría cambiársele una o dos palabras:

De pie, cantar
que vamos a triunfar.
Avanzan ya
banderas de unidad.
Y tú vendrás
(cantando) junto a mí
y así verás
tu canto y tu bandera florecer.
La luz
de un rojo (y blanco) amanecer
anuncia ya
la (copa)
que vendrá.

No es hora de bajar la guardia, esto solo ha sido una batalla, pero aún no hemos ganado la guerra. Hay que sacar fuerzas de flaqueza y realizar el último esfuerzo. Sólo es imposible aquello que no se intenta. Tantas y tantas frases que volverán a ser escuchadas, exigiendo a esta afición otro empujoncito, bufandas y banderas al viento, en alto, muy alto, para estar un poco más cerca del cielo. A disfrutar de estos momentos tan magníficos que estamos viviendo y... ¿por qué no? quedan seis puntos en juego ¡a por ellos!

Os dejo aquí un montaje que hice hace ya unos años y que aún y espero que por muchos años sigue apareciendo por las redes sociales, gracias Antonio.



 
Un consejo, sed sevillistas, cuanto más... mejor.
 

No hay comentarios: