La previa al partido se mostraba tranquila e incluso optimista para algunos, se antojaba el lleno total en el Sánchez Pizjuán ante un rival que suele ofrecer fútbol y espectáculo, sin juegos subterráneos, sin pérdidas de tiempo absurdas y sin marrullerías, un rival que cuenta en sus filas con tres ex-sevillistas y un entrenador que cuando te va ganando por cinco quiere que sus jugadores sigan atacando.
Puso el clug en los asientos de la grada unos papelitos algunos en blanco y otros en rojo y en cuyo reverso aparecía un anuncio de interapuestas.com ¿lo vieron allá en Gijón? ¿vieron el partido? ¿vieron esos papelitos en forma de balones caer al campo o darle a algún jugador rival a la hora de sacar un córner? ¿no? pues había miles.
Bueno, vamos con el partido o con el monólogo, seguimos sin engancharnos, sin conectar, sin hilar. No me gustó para nada la alineación de algunos jugadores, pues, si oyes a los entrenadores decir: "juegan los que están mejor" o "juegan los que en los entrenamientos han demostrado estar a la altura", ¿cómo es que juega Spahic?, NO LO ENTIENDO POR QUE QUIZÁS NO ENTIENDA UNA PAPA DE TODO ESTO. Juanito Cala en el banquillo, Jose Campaña, a escasos cuatro metros de donde yo estaba ¿?, Babá, este no vale, cómo no lo hemos visto jugar pues no vale, a otros los hemos aguantados dos años sin hacer gran cosa y a otros los queríamos crucificar por apellidarse Alves por ejemplo.
A Rakitic lo vi y no lo vi, lo vi por que estaba en el campo pero... eso, de aquí para allá, de allá para acá, y en este ir y venir aparecía el chileno con el palaustre para tapar. No sé si a Romaric (que por cierto estaba más gordo que Reyes cuando llegó) se le pitó tanto como ayer al utrerano, no lo entiendo, sigo sin entender una papa de esto por más que pele. Mala impresión me dio ver a José Antonio Reyes por delante de Navarro sobre todo con lo que había en esa banda por parte del rival, el caso es que no veía al de Utrera como para aguantar 90 minutos al ritmo que imprime el FC Barcelona. Muchos balones perdidos, excesivo el boleón creo, pero sobre todo, y últimamente se viene pecando mucho con esto, es la de balones que Spahic le manda a Palop, poniéndolo en el aprieto de tener que sacar el balón con tantas urgencias que ayer les regalamos dos balones que recuperaron en nuestro campo creando las correspondientes ocasiones de peligro para el rival. Poco más de ocho minutos necesitaron los jugadores de Guardiola para encajarnos dos goles y amarrar el partido, no sé qué hubiera pasado de haber entrado el balón de Manu del Moral, ocasiones pocas, pero quizás las suficientes como para haber empatado el partido... o no.
No voy a hablar del árbitro porque ayer creo que no incidió para nada en el resultado, se quedó corto con alguna tarjeta y (despistado) en otras acciones claras en las que no pitó falta, pero nada más, eso sí, el linier de preferencia tenía menos fondo que la plana de un albañil, creo que llegó muy tarde en una clara ocasión de fuera de juego por parte de los culés, se enmendó en la segunda parte estando más rápido con las acciones del Sevilla FC.
Otra vez apretamos en la segunda parte, en el último cuarto de hora, o quizás fue la salida de Trocho, Perotti y Cala, me gustó el lebrijano, pues quiere agradar y se implica, ya nos lo demostró en su día y se merece más, Perotti también parecía estar más motivado... pero ha veces conduce demasiado y se complica el sólo.
Lo mejor del partido: La visita del Comandante Dragutinovic a esta, su casa, pero con la curiosidad que hemos perdido en las dos últimas visitas del serbio, hágaselo mirar Comandante. Otra de las cosas que me alegraron, fue escuchar a la grada cantando "Los guardianes de Nervión", es una inyección de moral pura y dura, tanto para la afición como para el equipo, ayer se demostró que, pase lo que pase, estamos ahí, todos juntos.
Lo peor y que nadie se moleste pues no lo digo con acritud ni con ofender a nadie, fue lo del minuto de silencio, eso es algo que hay que hablarlo antes del partido y no cuando se está a punto de comenzar, mucho menos que el picado con Guardiola "señale" con el dedito imponiendo su voluntad. Se guardó el minuto de silencio y ya está.
En fin, que como dice la cabecera, seguimos en tierra de nadie, porque cada vez la distancia es mayor entre el cielo y el infierno. Como detalle recordar que a falta de 11 jornadas (33 puntos) la diferencia entre el primero y el último de la liga es ahora mismo de 51 puntos, seguid alimentando esta injusticia deportiva y es que, en una ciudad, con dos equipos, es muy triste que alguien pueda ser de otro equipo, quizás... es por que no le gusta perder nunca y para poder vacilar ante los colegas y amistades, lástima, porque el último partido lo acabaremos perdiendo, seas del equipo que seas.
Un abrazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario