La incertidumbre que se ha venido creando ante la falta de fondo físico que el equipo mostró ante el PSG, los criticados cambios de Álvarez y la cizaña que también han metido algunos medios de comunicación, hacían presagiar una nueva derrota o al menos otro partido en el que la afición viera a su equipo bajar los brazos.
Le preguntaba ayer a cierto sevillista, de los que a uno le gusta escuchar, por su templanza y equilibrio a la hora de juzgar o analizar a nuestro equipo, como digo, le preguntaba si los "boquerones" se convertirían en "tiburones" (recordando lo de los "leones"), me tranquilizaba ver que no era de esa opinión, y como últimamente uno ya no sabe (al menos de momento) qué escuchar, qué leer o qué oir, me quedaba más que tranquilo en standby, a la espera de que llegara el partido para salir de dudas.
Jugó el Sevilla con Zokora, Cigarini y Guarente, se jugó (a mí ignorante entender) bastante bien, al menos con la alineación de salida controlamos más y el Sevilla no dejó que el Málaga hiciese su juego, el gol malaguista antes de cumplirse el primer cuarto de hora después de un rechace de Palop, vino a ponernos el alma en vilo, pues el fantasma de las derrotas volvía a nuestras mentes, ¿sería capaz el Sevilla de reponerse?, ¿de remontar?, ¿empezarían los nervios y las prisas a hacer mella?, pues no, el Sevilla siguió intentando controlar el partido y poco a poco Diego Perotti y Alejandro Alfaro con la colaboración de Negredo, siguieron intentando acercarse a la portería contraria, logrando Alfaro abrir la lata y empatando el partido cinco minutos después. Con esto todo parecía nuevamente posible, el Málaga siguió a lo suyo buscando a sus jugadores más rápidos y Palop tuvo que intervenir en varias ocasiones. Se cumplía el minuto 45 cuando Martín Cáceres remataba de cabeza una falta y dejaba al Sevilla por delante en el marcador, creo que Don José María del Nido debería ir preparando la chequera, pues para mí, este jugador, si le perdonan las lesiones, nos va a dar muchas alegrías, compromiso, decisión y ganas, muchas ganas.
Sobre el arbitraje y para aquellos que suelen tirar de Manual, comentaré que en la jugada entre Ufalusi y Leo Messi, según el Manual de Delgado Ferreiro la tarjeta ha de ser para Messi, véase la jugada en la que Lautaro Acosta es pisado por un rival y en su caída derriba a otro contrario, es de libro.
Se ha visto a un Sevilla que no ha perdido los papeles y que ha salido con más fuelle, sobre el sistema de juego diré que me gusta, pero creo que nos falta un poco más de velocidad, hay jugadas en las que nos quedamos casi estáticos, dándole tiempo al rival a quitarnos la pelota o irse a tomar café, bueno, tercer partido de liga, 7 de 9 posibles y segundo clasificado, el jueves nos visita el Rácing y también una sevillista, Maricarmen Capdevila, a quien espero poder conocer en persona.
Así que, lo dicho, a mantener la calma, y si en invierno hace falta fichar a alguien, pues que se fiche, hay que tapar ese vacío que ha dejado la Champions y volver el año que viene, de momento a llegar los más lejos posible en la UEFA y si es a la final mejor.
Le preguntaba ayer a cierto sevillista, de los que a uno le gusta escuchar, por su templanza y equilibrio a la hora de juzgar o analizar a nuestro equipo, como digo, le preguntaba si los "boquerones" se convertirían en "tiburones" (recordando lo de los "leones"), me tranquilizaba ver que no era de esa opinión, y como últimamente uno ya no sabe (al menos de momento) qué escuchar, qué leer o qué oir, me quedaba más que tranquilo en standby, a la espera de que llegara el partido para salir de dudas.
Jugó el Sevilla con Zokora, Cigarini y Guarente, se jugó (a mí ignorante entender) bastante bien, al menos con la alineación de salida controlamos más y el Sevilla no dejó que el Málaga hiciese su juego, el gol malaguista antes de cumplirse el primer cuarto de hora después de un rechace de Palop, vino a ponernos el alma en vilo, pues el fantasma de las derrotas volvía a nuestras mentes, ¿sería capaz el Sevilla de reponerse?, ¿de remontar?, ¿empezarían los nervios y las prisas a hacer mella?, pues no, el Sevilla siguió intentando controlar el partido y poco a poco Diego Perotti y Alejandro Alfaro con la colaboración de Negredo, siguieron intentando acercarse a la portería contraria, logrando Alfaro abrir la lata y empatando el partido cinco minutos después. Con esto todo parecía nuevamente posible, el Málaga siguió a lo suyo buscando a sus jugadores más rápidos y Palop tuvo que intervenir en varias ocasiones. Se cumplía el minuto 45 cuando Martín Cáceres remataba de cabeza una falta y dejaba al Sevilla por delante en el marcador, creo que Don José María del Nido debería ir preparando la chequera, pues para mí, este jugador, si le perdonan las lesiones, nos va a dar muchas alegrías, compromiso, decisión y ganas, muchas ganas.
Sobre el arbitraje y para aquellos que suelen tirar de Manual, comentaré que en la jugada entre Ufalusi y Leo Messi, según el Manual de Delgado Ferreiro la tarjeta ha de ser para Messi, véase la jugada en la que Lautaro Acosta es pisado por un rival y en su caída derriba a otro contrario, es de libro.
Se ha visto a un Sevilla que no ha perdido los papeles y que ha salido con más fuelle, sobre el sistema de juego diré que me gusta, pero creo que nos falta un poco más de velocidad, hay jugadas en las que nos quedamos casi estáticos, dándole tiempo al rival a quitarnos la pelota o irse a tomar café, bueno, tercer partido de liga, 7 de 9 posibles y segundo clasificado, el jueves nos visita el Rácing y también una sevillista, Maricarmen Capdevila, a quien espero poder conocer en persona.
Así que, lo dicho, a mantener la calma, y si en invierno hace falta fichar a alguien, pues que se fiche, hay que tapar ese vacío que ha dejado la Champions y volver el año que viene, de momento a llegar los más lejos posible en la UEFA y si es a la final mejor.
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