domingo, 16 de mayo de 2010

SALÍ A LA CALLE Y MIRÉ AL CIELO


Salí a la calle y miré al cielo, sí, efectivamente había estrellas en el cielo, esas estrellas de la galaxia championera, donde juegan los grandes, el año pasado fue Perotti, este año Rodri, abramos los ojos, están llamando a la puerta, son jóvenes y tienen mucha hambre, hambre de sudar la camiseta, de demostrar la casta y el coraje que se les ha ido transmitiendo desde que echaran a rodar un balón o a pararlo, son nuestro futuro más próximo, la nueva era del sevillismo.
No me fiaba y así fue, el Almería salió a regalarnos el partido, la afición se hermanó totalmente con la sevillista, entre los que brillaba algún que otro corte de manga, no fue un partido bonito ni vistoso, aunque vistoso fue como todo el mundo pudo leer los labios de Negredo y no voy a repetirlo, esos calentones hay que dejarlos para el invierno que vienen mejor, dejar ayer al equipo con diez por preocuparse de la madre del linier, es de sanción.
La pasividad de algunos en el primer tiempo se pudo contrarrestar con la implicación de otros en el segundo, me quedé sin ver jugar a Cala desde el principio en el puesto de Stankevicius, más jugando Luna de titular, se hubieran entendido mejor, y a Rodri le hubiera dado más minutos, me parecía interminable el calentamiento en la banda, un mundo en ponerse la camiseta, y por fin salió, salió y le dio la vuelta al partido, en la noche oscura de los maletines, todos saltaban de alegría, las aficiones entonaban cánticos hermanadas, los jugadores se intercambiaban las camisetas, el Sevilla entraba en la previa de Champions, hasta en otro campo habían sacado champán para unirse a la fiesta, qué noche, en la peña todos nos abrazábamos, nos felicitábamos, ¡aún no hemos ganado nada!, nos decíamos, (pero hemos dado el primer paso para ello), qué emoción, minuto 93' 30'', alguién voló sobre el nido de Esteban y le dejó un recuerdo para toda la vida, llegué a pensar que había pitado juego peligroso, pero no, el gol de Rodri era válido, Rodrigol, Rodrigol, Rodrigol.
Ante tanta emoción y con los nervios desquiciados por la tensión, necesitaba tomar aire fresco, así que... salí a la calle y miré al cielo, estaba cubierto de estrellas y ayer vi nacer otra nueva.
Vaya esta victoria dedicada a nuestro Comandante y en especial para Sergio Sánchez, a los que esperamos ver de nuevo vestir la camiseta.

1 comentario:

Talibán Sevillista dijo...

felicidades a ti y a todo el sevillismo.
Yo también creo que debería haber jugado Cala.
Ahora a por la copa
un abrazo