sábado, 24 de abril de 2010

El Comandante sí tiene quién le escriba


Querido Comandante, en estos momentos, en los que el sevillismo volvía a ver cómo su equipo empezaba a recuperar su estilo de juego, empezaba a recuperar efectivos, empezaba a perfilarse otro canterano, un nuevo golpe y donde más duele, nuestra defensa, nos deja helados por esa rotura de tu talón de Aquiles, aquél que fue sumergido en la laguna Estigia para que fuera invencible en cien batallas, tú te sumergiste en nuestra afición sevillista para que lo fueras en cien partidos, fraguado a base de golpes, sin más armas que la casta y el coraje, recorriendo Europa y dejando nuestra bandera en las más altas colinas, conquistando tierras, sin importar el frío, la lluvia o la nieve.

Ahora, tendrás que ver a los tuyos pelear por nuestro escudo y nuestra bandera, y digo nuestro, porque desde que llegaste eres uno más, un guiri hablando en serbiosevillano, no es que nosotros te hayamos acogido o adoptado, es que tú, creo, que ya eras sevillista sin saberlo.

Ahora podrás comprobar cómo una afición se vuelca con los suyos, todo ese calor, apoyo y ánimos que vas ha recibir te harán hacer más llevadera tu dolencia, vivirás momentos que quedarán para siempre en tu retina y, se sentirás más sevillano aún, más sevillista.

Volverás, porque esto no ha acabado, nunca uno de los nuestros tiró la camiseta sin antes pelear, esto es un hasta luego, tómate tu tiempo, sin prisas, pues las prisas son malas consejeras, tú, que al igual que Julio César dijo aquella famosa frase “veni, vidi, vinci”, llegaste, viste y venciste, debes vencer este contratiempo, ni un paso atrás y luchar hasta la victoria siempre.

Tus compañeros te echarán de menos en este tiempo, pero saben que estarás con ellos en el tiempo que queda de liga, en el tiempo que queda para tu vuelta, el mundial se quedará sin uno de los mejores defensas de Europa, ahora todo será distinto.

Seguro que estarás en el vestuario antes de los partidos para dar esa moral que tus compañeros necesitan, que jugarán con ese espíritu de lucha que siempre has demostrado en el terreno de juego, tienen que cubrir tu ausencia Comandante, el equipo de la casta y el coraje tendrá una vez más que enfrentarse al rival con otra baja, tendrán que redoblar esfuerzos, apretar los dientes y dejarse la camiseta, no te podemos fallar, tú que siempre nos has demostrado que el trabajo y la perseverancia es el único camino para seguir adelante.

Me despido por el momento no sin recordar el estribillo de una canción que se me viene a la memoria y que cantaba Carlos Puebla:

Seguiremos adelante
como junto a tí seguimos
y con “tu grada” te decimos :
"¡Hasta siempre Comandante!"
Aquí se queda la clara,
La entrañable transparencia
De tu querida presencia,
Comandante “Dragutinovic”.

¡Hasta la victoria, siempre!

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