Todas las buenas sensaciones que tuve durante todo el día y la primera parte del partido se diluyeron en cinco minutos de la segunda. Dichas sensaciones no venían fundadas por el partido de Copa del Rey frente al Mallorca, ni mucho menos, pues el equipo de Caparrós no existió sobre el terreno de juego.
Noche templada en Nervión con un césped en perfectas condiciones, una grada bastante mermada en cuanto a afluencia de público y la ilusión o la esperanza de ver la cara buena de este equipo. Salió el Sevilla FC bien posicionado en el campo, presionando y buscando todos los balones cuando no tenía la pelota, ya digo, una primera parte en la que vimos un equipo correcto, sin nervios y sin temores, hay jugadores que necesitan más minutos para adquirir más experiencia y no es otro que Kondogbia, ayer nos dió muestras de querer y poder, pero eso, más minutos, no existe otra forma de equilibrar la competencia si los que suelen ser suplentes no tienen el mismo nivel y las mismas horas de juego. Si a este chaval encima se le une Rakitc y Medel pues se puede ir encontrando ese centro del campo que tanto se busca, por lo menos en estabilidad.
No sé si el Málaga CF jugó su primera parte a cansarnos y esperarnos un poco en la segunda para ver cómo reaccionaba el Sevilla FC según pasaran los minutos. En la primera parte hubo más fútbol en las botas de los de Nervión que en las de los malaguistas, siendo un tiro de Alvarito que fue a dar al larguero y que no supimos rematar el rechace en segunda jugada. Fernando Navarro también dió en el palo largo en un tiro que se envenenó a medida que se acercaba al área pequeña, con ésta perdonamos la segunda ocasión. Otra acción sin sancionar y que pundo derivar el resultado final fue un penalti no pitado a Rakitic y otra mano en el área de un jugador malaguista. El árbitro, Ayza Gámez, no creo que influyera en el resultado, pero de haber pitado penalti a nuestro favor igual se hubiera ganado, o se hubiera fallado el penalti que también hay datos. Dicen que el fútbol es así y pasan las cosas que pasan.
En la segunda parte llegó lo nadie se esperaba ¿o sí?, haber perdonado dos o tres en la primera nos podía pesar como una losa no como la solería de la catedral si el rival nos hacía un gol, pues eso, ni cinco minutos de la segunda parte, el Sevilla parece salir un poco relajado saque de esquina del Málaga, Demichelis remata de cabeza y "utomáticamente" gol, otro jarro de agua fría, otra vez con el marcador adverso y otra vez "esta plantilla es mejor que la del año pasado", empieza a dudar, se descompone poco a poco, un rival que se viene arriba y nos busca en todas partes, tanto que Ayza Gámez sacó varias tarjetas a los malaguistas. Parte de la grada se encontró con la excusa perfecta para arremter contra la directiva e incluso el entrenador. División de opiniones y para todos los gustos, a fin de cuentas, ayudamos a darles más moral tanto a la afición como al equipo rival.
Los minutos pasaban y se necesitaba encontrar un revulsivo y la forma de estabilizar lo que empezaba a ser inestable o esa era la sencación que dió el Sevilla cuando Michel sacó del terreno de juego a Kondogbia y Coke por Reyes y Cicinho, a mis pocas entendederas en esto del arte del football, no creo que fueran necesarios esos cambios, pero donde hay patrón no..., la cosa siguió igual, a Navas, cada vez que cogía el balón eran tres o cuatro jugadores tapando, por la otra banda lo mismo, el tiempo pasaba y la desesperación para algunos y el aburrimiento para otros dejaba otra vez el anhelo de un cambio que ya tocaba.
Pero llegó uno de esos momentos en los que en cuatro o cinco minutos o le remontas al rival o todo se te tuerce irremediablemente, Rakitic es "cazado", literalmente e intencionadamente, pues sin balón, o al menos desde dónde yo lo vi me dió esa sensación, le dejan el tobillo clavado al suelo, el resultado, no jugará frente a la Real Sociedad y que se quede ahí la cosa. La otra fue un balón largo a Joaquín y que Fazio tratando de arrebatarle el balón no tiene otra cosa que hacer que derribarlo dentro del área, penalti y expulsión, esto es como el Plus, que te ponen la misma película a diferentes horas, otra vez, y si me estiro un poquito más, podría decir que Diego López, en el momento en que el jugador rival le envía el balón a Joaquín le sobra tiempo para salir a despejar, cerrar espacio y metros, en fin, que yo al menos hubiera salido a por todas, eso antes que volver a quedarnos con diez, y esto de Fazio los árbitros y la federación toman buena nota y te ponen en el tablón de jugadores "guays" para que te hagan penalti si la cosa se pone fea.
Queda nuestro Sevilla FC nuevamente en la Tierra Media, esa especie de limbo donde todo puede pasar, o subes o bajas, y de momento, ya son muchos momentos, los puestos europeos se van alejando semana tras semana, seis puntos hacia arriba, seis puntos hacia "abaji", el "hobby" sigue siendo ir a ver a mi Sevilla FC partido tras partido, con la mirada en el terreno de juego, en busca de esa casta y coraje que reza por ahí, sí, y algunos ya rezan por los 45 puntos, la realidad no es otra, jornada décimo quinta, dos quintas partes, 19 puntos de 45, para mí no vale eso de "todavía hay tiempo", por que los puntos hay que cogerlos en la primera vuelta SÍ O SÍ, y a estas alturas del campeonato de liga más desastrosa de la historia, por arbitraje, por horarios y por neveras, hay que tener un poquito, solo un poquito, de orgullo, dignidad, casta y coraje para pelear contra ese malfario que los sevillistas y el Sevilla FC viene sufriendo. Y esto se lo tienen que mirar los jugadores, HACER PIÑA, de las de verdad, de las que hacían aquellas plantillas menos buenas que esta, y remontaban lo irremontable.
Hasta la victoria siempre.
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