Bien se presentaba la tarde cuando en el minuto cinco o seis el Athletic nos endosaba el primer tanto del partido en un fallo defensivo, según las estadísticas o resultados de enfrentamientos en los que el Sevilla FC empeza perdiendo acababa ganando, aquello de la casta y el coraje unido al empuje de una afición incansable hacía que superarámos cualquier adversidad... hasta aquí puedes leer o no.
La primera parte, lo normal, juego y fútbol, no voy a decir que el árbitro o lo que sea y que vestía de rojo y llamado Aiza, que podrá ser del colegio Valenciano o de Andorra la Bella, no tenga cierta querencia hacia los que hoy se enfrentaban al mejor club de Andalucía, como decía, no voy a decir que influera en el resultado, pero o yo veo visiones o se ha comido como mínimo cuatro manos y una de ellas en el área, ha pitado lo que le ha salido del silbato.
He visto ha Negredo más perdido que Wally en la grada de San Mamés, cansado, quizás le falte ritmo pero... de Kanouté nada que hablar, un defensa por delante y otro por detrás, el resto ni fú ni fa, aunque en la primera parte tras el gol de Navas me empecé a creer lo anteriormente dicho, podríamos llegar al descanso con un partido remontado y controlado.
Después de 18 años sin ganar en la Bombonera, esta es la primera vez que he visto al Bilbao seguir jugando al fútbol con el resultado a su favor, pensé que después del segundo tanto vasco, vendrían las típicas marrullerías y pérdidas de tiempo, pero que va, los chavales han demostrado que no iban a salirse del juego y nos han dado un repaso en toda regla.
Ha habido un momento del partido en la segunda parte en la que he perdido la cuenta de las veces que han tocado el balón y no le hemos hecho ni el amago de dar una patada o un empujón, ha sido frustrante ver como mi equipo era incapaz de romper el juego, todos los balones eran para ellos, todos los rechazes, hemos tardado un mundo en pasar el balón cuando no, nos hemos dedicado a compliarnos la vida en una circulación que nos duraba segundos, la entrada de Manu del Moral ha dado un poquito más de no sé si llamarlo velocidad, presión o yo que sé, pero se ha visto tan solo como el cámara de la televisión allá arriba, Rakitic también ha querido quizás por rabia, quizás por dignidad, tirar hacia delante y ha llegado dos veces, pero ya ha servido de poco, hoy no hemos visto esa casta y ese coraje, para coraje el de la grada al finalizar el partido, bochornoso.
No podemos pasarnos toda la liga corrigiendo errores, errores los mínimos digo yo, ha habido una pretemporada, jugamos de domingo a domingo, tiempo más que suficiente (pienso yo) para ensayar faltas, córners, triangular, pases en profundidad, posicionamiento y apoyo al compañero, que esta es otra, ni en los saques de banda sabemos mantener el balón al menos para sacarlo de nuestro campo, Cáceres le ha echado una bronca a Navas monumental, y esto está empezando a ser frecuente, cuando no es uno es otro.
En fin, hoy llevábamos en el autobús a una futura promesa del fútbol sevillista, aunque está en Benjamines y todavía le queda mucho camino por recorrer, venía ilusionado por ver a su Sevilla FC en casa, la cara del chaval ha sido para hacerle una foto, tarde amarga por la derrota, justa derrota diría yo, porque hemos regalado el partido en dos jugadas, menos mal que en mi rinconcito de gol sur me han ofrecido unas "perrunillas" que estaban de escándalo y han podido endulzar algo de la segunda parte.
No ha llovido, pero habrá que aguantar el chaparrón de críticas después de la rueda de prensa de Marcelo Bielsa donde ha dejado claro que fue nuestro club quién le rechazó, como dije esta mañana, ahora vendrán los "si ya lo decía yo", que Bielsa tenía que haber venido, creo recordar o ya me estoy haciendo viejo y me falla la memoria que con Juande tampoco nos fue bien al principio, hay que dar tiempo, pero es que nos hemos comido la tercera parte de la competición y seguimos sin ver ese 33% o tendré que ir al oculista, lo peor es que con los de atrás la distancia es cada vez más corta, no hay tiempo para esperar a los Reyes Magos ni a Reyes, ni Marchena ni nada, si frente al Zaragoza seguimos igual esto ya no sé cómo verlo, comprenderlo o explicarlo.
Hasta la victoria... siempre.
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