viernes, 31 de octubre de 2008

Ser sevillista

Cada árbol tiene su raíz, en la historia de la humanidad siempre ha habido gente que se ha golpeado el pecho, cuando los que estaban oprimidos, subyugados, acorralados, acusados, perseguidos, criticados, mal mirados, ignorados lo han dado todo por un ideal siendo luego despojados, embargados, desheredados, apartados, alejados y humillados, no es más leal el que más grita, ni más fiel el que más alaba, aquel que pasa de puntillas, el que nunca dice no a nadie, el que se afana por hacer las cosas como hay que hacerlas, el que no ceja en su condición y principios, esos siempre estarán en la memoria de los que fueron como ellos y de los que vendrán para tomar el relevo, no hay que mirar a la masa sino entre la masa, allí, en la turbulencia, en la sombra, su condición de luchador nato no reconocido nos hará verle en la muchedumbre, uno, otro, otro, otro, tantos que se pierden en el horizonte de esa marea humana, tan dispersos pero tan unidos luchando contra diez, cien, mil, pero sin flaquear un ápice en su pensamiento, como dijo Che Guevara: podrás callar mi voz pero no mi pensamiento, no se puede vencer a la orda pero sí luchar, caer y volverte a levantar, y cuando creas que ya no puedes más, una mano en el fragor de la batalla te será ofrecida para que entregues tu arma al que luchará de ahora en adelante por ti.

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